El mar no sigue instrucciones: entrevista con Michalis Goumas

Michalis Goumas

Michalis Goumas (* 1984) es un artista y fotógrafo griego. Vive en Atenas y en la isla de Kythnos, en las Cícladas. Sus obras se mueven entre la pintura y la fotografía y reflejan una intensa reflexión sobre la forma, la textura y la percepción. Sus exposiciones le han llevado ya a Grecia y a Estados Unidos, y tiene previstas otras paradas, entre ellas Bélgica. 

En la entrevista habla de su particular enfoque de la fotografía submarina, de cómo encuentra el momento decisivo y de por qué le inspiran las figuras del Renacimiento. Además, habla de su colaboración con WhiteWall y destaca por qué la obra impresa es indispensable para él: “Hago ediciones limitadas porque creo en el arte tangible, algo que se comparte con la vida.”

Retrato de Michalis Goumas.

Entrevista con Michalis Goumas

1. ¿Puedes contarnos un poco cómo te convertiste en artista?

Empecé con la pintura. Fue mi primera manera de entender el mundo – a través de la textura, el ritmo y el tono, más que con palabras. La fotografía llegó después, no como un cambio, sino como una expansión. Nunca tuve la intención de convertirme en fotógrafo; recurrí a la cámara cuando los momentos se sentían demasiado fugaces para ser pintados. No me interesaba la perfección técnica ni la puesta en escena. Me atraía lo instintivo: cómo la luz se movía sobre la piel, cómo la sal permanecía, cómo un gesto contenía emoción.

Mi primera exploración seria de esto fue Summer Renaissance. No se trataba de un concepto, sino de una respuesta – a los cuerpos en movimiento, al agua y al silencio, a cómo la presencia puede hablar antes que el lenguaje. Nunca vi la pintura y la fotografía como prácticas separadas. La pintura me enseñó disciplina y paciencia. La fotografía me dio inmediatez. Juntas forman el lenguaje en el que más confío.

No pienso en etiquetas. Me veo como alguien que observa e intenta retener lo que de otro modo se perdería. Si algo me conmueve – si se siente vivido, no construido – lo sigo.

2. Háblanos de tus imágenes. ¿Cuál es tu interés especial? ¿Cómo eliges colores, composición, temas, etc.?

Marco con paspartú con una foto de dos personas nadando en el agua. Abajo, primer plano de una esquina.

Foto: Michalis Goumas - El motivo está impreso en papel Hahnemühle Photo Rag Ultra Smooth Fine Art. Su superficie aterciopelada y su acabado mate hacen que el motivo resulte especialmente armonioso. El marco paspartú le confiere ligereza y profundidad al mismo tiempo.

Lo que me atrae es lo que se encuentra justo bajo la superficie – la corriente emocional de una escena. A menudo comienzo con la atmósfera: la calidez de la piedra, el silencio entre los gestos, el eco de un movimiento que acaba de pasar. Quiero que el espectador no solo vea la imagen, sino que la sienta.

Trabajo con luz y color naturales. Mi paleta está moldeada por mi entorno – tierra polvorienta, azules del Egeo, grises suaves. Evito la manipulación excesiva; dejo que las imperfecciones marquen el tono. En cuanto a la composición, me inclino hacia la apertura y la asimetría – un espacio donde algo callado pueda surgir.

Los temas recurrentes – el cuerpo masculino, el mar, la soledad – no están planificados. Regresan porque reflejan mi entorno y mi manera de mirar. No construyo narrativas; observo. El cuerpo, para mí, no es simbólico. Es un terreno – vulnerable, cambiante y real.

3. Tu obra es conocida por sus detalles y composiciones excepcionales. ¿Cómo abordas la captura de momentos para lograr esa profundidad emocional única?

Todo comienza con estar plenamente presente – no solo como artista, sino como persona. No me apresuro a fotografiar. Espero. Paso tiempo simplemente observando, dejando que se forme algo más allá de la estética. Lo que me atrae es el instante previo a la conciencia – el destello antes de una mirada, la respiración antes de un gesto.

Esa profundidad no proviene del control. Proviene de la confianza. Rara vez dirijo. Puedo comenzar con una sugerencia, pero luego doy un paso atrás. Espero a que surja algo genuino.

Técnicamente, mantengo todo simple: luz natural, una lente fija. Pero no se trata del equipo. Se trata de intuición – saber cuándo no disparar. Algunas de mis imágenes más resonantes fueron tomadas cuando la sesión, en teoría, ya había terminado. A menudo surge una especie de honestidad cuando la expectativa desaparece del encuadre.

4. Tu portafolio muestra una impresionante variedad de temas y perspectivas. ¿Cómo eliges las historias que quieres contar y qué te inspira a capturarlas?

El mural muestra a una persona bajo el agua con tonos verdes y azules, presentado en papel Fine Art.

Foto: Michalis Goumas - El característico brillo perlado del papel Hahnemühle FineArt refuerza la expresividad de la fotografía submarina. El marco con junta oculta Basilea de roble negro le da al motivo elegancia.

No empiezo con historias. Empiezo con atención. Me sitúo en un espacio – una habitación tranquila, un sendero sombreado, un tramo de costa – y me mantengo abierto. Lo que espero no es una narrativa, sino una sensación. Un tono. Un cambio en el aire. A partir de ahí, lo demás suele desarrollarse de forma natural.

Algunos temas regresan – la intimidad, la quietud, el mar – no por diseño, sino porque resuenan con algo interno. Me fijo en pequeños gestos: cómo alguien descansa la mano, cómo el agua se adhiere a la piel, el peso silencioso de una mirada. Estas cosas abren un espacio emocional.

A veces hago bocetos de antemano – una impresión que quiero retener – pero una vez en el momento, dejo que el plan se disuelva. Lo que importa es la sensibilidad: dejar que alguien exista sin forzarlo en una imagen. El espacio entre la conciencia y el instinto es donde todo comienza.

5. Tu serie bajo el agua está inspirada en pinturas renacentistas. ¿Cómo surgió esta idea y qué desafíos planteó?

Siempre me ha atraído el equilibrio y la quietud de las figuras renacentistas – esa sensación de suspensión entre movimiento y contención. Cuando comencé a fotografiar bajo el agua, sentí inmediatamente esa misma cualidad. El agua lo cambia todo: ralentiza el cuerpo, dobla la luz, disuelve el peso. El resultado se sentía intemporal – como entrar en un fresco en movimiento.

Al principio intenté guiar las escenas. Llevaba bocetos y referencias. Pero el mar no sigue direcciones. Tuve que soltar. Cuando lo hice, las imágenes se volvieron más libres, más auténticas. El agua marcaba su propio ritmo. La flotabilidad moldeaba la pose. La luz se volvía impredecible, y esa imprevisibilidad añadía profundidad.

Por supuesto, hubo desafíos: control de la respiración, mantener la calma, generar confianza con alguien en un estado vulnerable. Pero esas limitaciones en realidad ayudaron. Crearon una cercanía que se trasladó al encuadre. Bajo el agua no se puede fingir. Cada movimiento cuenta. Cada onda habla.

6. Muchos fotógrafos hablan de la importancia del “momento justo”. ¿Hay un momento o encuentro que consideres un punto de inflexión en tu carrera o desarrollo artístico?

Sí – pero fue tranquilo, casi olvidable. Caminaba solo cerca de una cala en la isla, sin cámara en mano. La luz era suave, el mar estaba quieto y el tiempo parecía suspendido. Realmente no pasó nada. Pero algo se asentó en mí.

Hasta ese momento había estado intentando “hacer” la imagen. Ese día entendí que no era necesario. Lo que necesitaba era darme cuenta. Los momentos más significativos no se anuncian. Piden ser recibidos, no capturados. Ese cambio – del esfuerzo a la conciencia – transformó mi manera de trabajar.

Desde entonces intervengo menos. Escucho más. No necesito explicar la imagen si transmite sentimiento. Ese pequeño momento no produjo una fotografía – pero cambió mi manera de ver. Y para mí, ese fue el verdadero punto de inflexión.

7. Has elegido productos específicos para mostrar tu obra. ¿Qué materiales y formatos seleccionaste y por qué?

La fotografía impresa detrás de un cristal acrílico muestra una mano bajo el agua con burbujas de aire.

Foto: Michalis Goumas - La impresión fotográfica detrás del metacrilato proporciona colores intensos y una profundidad espectacular. Gracias al laminado sin marco, el gran formato parece casi ingrávido.

Elijo materiales que reflejen el tono de cada pieza. Para mis fotografías uso vidrio acrílico y papel de bellas artes. El acrílico realza la claridad y la profundidad, especialmente en el trabajo bajo el agua. Le da a la imagen una cualidad luminosa. El papel de bellas artes, en cambio, suaviza el ambiente. Absorbe la luz y se adapta a escenas más meditativas.

Mis pinturas las dejo como son – óleo sobre lienzo. El material contiene la historia. No es algo que intente reproducir. Cada elección se reduce a lo que mejor preserve la presencia de la obra.

8. Produces tus impresiones fotográficas a través de WhiteWall. ¿Por qué elegiste esta plataforma y cómo apoya tu proceso como artista visual?

WhiteWall me ofrece la consistencia que necesito al compartir mi trabajo con coleccionistas y clientes. Sus impresiones – en acrílico o papel de bellas artes – están en línea con el nivel de detalle que quiero mantener.

Lo que más me ayuda es que puedo concentrarme en el proceso creativo. Ellos se encargan de la impresión, el embalaje y la entrega, lo que mantiene todo simple y eficiente. No necesito gestionar cada paso, y el resultado siempre cumple con el estándar que sostengo en el estudio.

Se ha convertido en una parte práctica de mi manera de trabajar – silenciosa, fiable y en sintonía con la integridad que intento llevar a mis imágenes.

9. ¿Qué más deberíamos saber de ti?

Soy Michalis Goumas. Vivo entre Atenas y la isla de Kythnos. Trabajo entre la pintura y la fotografía, y me atraen los momentos más silenciosos – aquellos que piden calma y atención.

Mi entorno moldea mi mirada: el viento seco, la piedra desnuda, el peso de la luz estival. Me muevo despacio. No persigo la imagen – la espero. Realizo ediciones limitadas porque creo en el arte tangible – algo con lo que se pueda vivir.

Mi obra se ha mostrado en Grecia, en EE. UU. y pronto en Bélgica. Pero valoro más el impacto silencioso que la visibilidad. Si una imagen permanece con alguien – suavemente, sin exigir – eso es lo que importa para mí. No me interesa el espectáculo. Me interesa la cercanía. Eso es lo que intento ofrecer.

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