¿Puede hablarnos un poco de cómo se convirtió en fotógrafo? Y háblenos también de sus fotografías.

La verdad es que di algún que otro desvío para llegar a la fotografía. No empecé a tomar fotografías en serio hasta los 20 años. No hubo ningún desencadenante o incentivo específico por el que empecé a fotografiar. De adolescente dibujaba y escribía mucho; más tarde, la fotografía se convirtió en mi válvula de escape. Crecí antes de que hubiera smartphones y mis amigos y yo documentábamos nuestras experiencias con una cámara digital de apuntar y disparar. Conservar y capturar recuerdos y momentos siempre ha sido importante para mí, ya sea de forma escrita o visual.

Mis fotografías giran básicamente en torno al tema de las «huellas del tiempo». No me interesa solo la mera imagen, sino lo que el tiempo ha provocado en una persona, un paisaje o un objeto. Mis imágenes se mueven entre la ficción y la realidad; mi objetivo es conseguir un momento o un estado en las imágenes que plantee muchas preguntas, desafíe al espectador y le obligue a lidiar un rato más con las imágenes y que lo haga con más intensidad.

Foto: Martin Waldbauer

¿Cómo y dónde encuentra a las personas que retrata?

Siempre estoy en movimiento, ya sea en coche o a pie, siempre tengo una cámara a mano y siempre estoy atento. La mayoría de las personas a las que fotografío las conozco por accidente. Vivo en una zona muy rural y la gente de aquí todavía se gana la vida con trabajo manual «honrado». Empiezo a hablar con la gente, el acto de hacer fotos todavía no juega un papel importante, eso viene después. Sin embargo, para mí es importante fotografiar a las personas desde el primer encuentro y en su entorno inmediato. La primera impresión es importante, pero la segunda es la decisiva.

Foto: Martin Waldbauer

La artesanía y la agricultura parecen ser temas que le interesan. ¿De dónde viene este interés?

Esto se debe básicamente a la zona en la que vivo y también a que yo mismo crecí en una granja.

Foto: Martin Waldbauer

¿Tiene una rutina para tratar con la gente durante una sesión de retrato?

No hay una rutina determinada para la fotografía de retrato. Hay que adaptarse y hacer ajustes cada vez. Cada persona es diferente. En la fotografía de retrato, a menudo adquieren mucha importancia los matices: cómo cae la luz, cómo se coloca la cabeza, dónde me sitúo con la cámara, etc.

Trabajo exclusivamente con tecnología analógica y no suelo hacer más de diez fotos de una persona. De estas diez tomas, elijo las más coherentes y las de mayor fuerza para mí. No doy muchas instrucciones a la gente mientras se hacen las fotos, generalmente no se habla mucho.

Foto: Martin Waldbauer

¿Cómo se inspira? ¿Y qué es lo que más le inspira? ¿Películas, libros o revistas? ¿O es sólo lo que le rodea en cada momento? ¿Qué planes tiene para el resto del día?

Básicamente, no hay una respuesta general a esta pregunta. Es probable que muchas cosas me inspiren a nivel inconsciente, porque soy una persona que lee mucho y va por el mundo con los ojos abiertos. Puedo sentarme en un prado durante horas y escuchar la naturaleza, o sentarme a observar el ajetreo de la gente en una cafetería de una ciudad. Siempre intento filtrar las cosas especiales de mi entorno inmediato y diseccionarlas hasta el más mínimo detalle con todos mis sentidos...

También tengo una gran colección de libros, la mayoría son libros de fotos y catálogos de fotógrafos y pintores famosos. Me gusta escuchar tanto música clásica como progresiva... Como puede ver, cuento con mucha inspiración.

Estoy respondiendo a estas preguntas ahora mismo a las 5 de la mañana, soy muy madrugador. Después desayunaré con mi mujer y mi hija y más tarde, en el cuarto oscuro, haré algunas impresiones más para una exposición individual que haré próximamente.