ONE MOMENT BY SEBASTIAN TRÄGNER

“La naturaleza allí es abrumadora, mientras que la vida al mismo tiempo es muy dura. Estos contrastes agudizaron mi percepción. Estaba completamente en el momento. Eso es lo especial: no piensas, sientes. En lugar de dejar que el caos me estrese, me tomo el tiempo para observar con atención. A menudo, las imágenes más intensas surgen precisamente cuando uno se ve obligado a aceptar el momento tal como es.” – Sebastian Trägner

Sebastian, ¿puedes describir brevemente el proyecto en Laiban? Laiban es un remoto pueblo montañoso en Filipinas, donde los niños viven en condiciones muy sencillas. Junto con Art Meets Education pasé una semana allí realizando talleres de fotografía con los niños. El objetivo era darles una herramienta para mostrar su propio mundo – a través de sus ojos, sus historias y su perspectiva.

¿Qué te sorprendió más del viaje? Me sorprendió lo abiertos, curiosos y valientes que eran los niños. Muchos nunca habían sostenido una cámara, y aun así empezaron a fotografiar de forma juguetona e intuitiva. También nos dejaron entrar inmediatamente en su mundo – esa cercanía no era algo dado.

Parte de tu tarea era acercar la fotografía a los niños: ¿qué querías transmitirles? Para mí era importante mostrarles no solo el “cómo” de la fotografía, sino sobre todo el “por qué”. La fotografía puede ser una herramienta para hacer visible su perspectiva, para encontrar una voz a través de las imágenes.

¿Qué era más importante en los talleres – técnica o acceso creativo? Definitivamente el acceso creativo. La técnica es un medio, pero lo decisivo es la propia mirada. Quería animarles a ser valientes y fotografiar lo que realmente significa algo para ellos.

Fotografía a través de los ojos de los niños: ¿qué hace especial su mirada? Los niños observan sin reglas ni expectativas. No fotografían “como se debe”, sino como sienten. Esto hace que sus imágenes sean honestas, directas e increíblemente poderosas.

¿Qué significa One Moment para ti en fotografía? Es el instante en el que todo se une – emoción, situación, luz, intuición.

Describe tu One Moment en Laiban. Fue el momento en que Fatima estaba sentada en los escalones, concentrada en sí misma, mirando el agua. Todo estaba en silencio, solo el reflejo de las palmeras en el agua, ella con la cámara a su lado – como si buscara algo dentro de sí. Me aparté y simplemente observé. De este momento nació la foto.

Fatima estaba conmigo y acababa de fotografiar. Luego se sentó y, durante un breve momento, estuvo completamente consigo misma. Quería capturar esa calma, ese instante de pausa – el momento en que la fotografía no solo mira hacia afuera, sino también hacia adentro.

¿El entorno te inspiró? Absolutamente. La naturaleza es impresionante, mientras que la vida es muy dura. Estos contrastes agudizaron mi percepción.

¿El entorno influyó en el momento? Sí. Los encuentros, las conversaciones y la intensidad del corto tiempo influyeron en mis sentimientos. Sin la energía del lugar, la imagen no habría nacido así.

¿Qué pensabas al disparar? En realidad nada – estaba completamente en el momento. Eso es lo especial: no piensas, sientes.

¿Qué deben sentir las personas al ver tu foto One Moment? Espero que sientan que la fotografía puede ser un puente – entre culturas, generaciones y personas.

¿Cómo logras concentrarte pese a tifones y viajes? Tomando conscientemente las cosas con calma. En lugar de dejarme estresar por el caos, me tomo el tiempo para mirar realmente. A menudo, las imágenes más intensas surgen cuando aceptas el momento tal como es.

¿Cómo creas cercanía en tan poco tiempo? Siendo honesto y abierto. No fotografío a nadie desde la distancia, busco el contacto. La confianza genera cercanía de manera natural.

¿Qué impacto tuvo el viaje en ti? El viaje me recordó por qué fotografío: para hacer visibles a personas que a menudo son invisibles. Esto aclaró aún más mi perspectiva sobre la fotografía.

¿Hay algún momento que nunca olvidarás, independientemente de la foto? Sí – los días con los niños, cuando reímos y compartimos historias.

¿Cómo sigue el proyecto? Los niños participarán en una exposición con sus propias fotos. Los ingresos se destinarán a su educación. Para mí, es un ciclo maravilloso: la fotografía no solo cambia la visión del mundo, también puede transformar vidas concretamente.