El poder creativo del movimiento consciente: ICM (Movimiento Intencionado de la Cámara)

De la experta en WhiteWall Katharina Wergen

ICM (Intentional Camera Movement, o movimiento intencional de cámara) es una técnica fascinante en la que el fotógrafo mueve deliberadamente la cámara durante la exposición para crear desenfoques interesantes y efectos abstractos. En lugar de obtener imágenes nítidas y estáticas, se utiliza el movimiento para aportar dinamismo y libertad artística a la fotografía. En este artículo te mostramos cómo capturar diferentes tipos de sujetos de forma creativa con ICM y qué técnicas necesitas para lograrlo.

¿Qué es ICM y por qué utilizarlo?

El origen exacto de esta técnica no está claro – al igual que las propias imágenes. Hay un toque de pictorialismo en ella, un estilo fotográfico de finales del siglo XIX que buscaba capturar contornos suaves para imitar el estilo de la pintura al óleo. Sin embargo, la mayoría de los motivos del ICM son muy abstractos y están llenos de "libertad impresionista". ICM reúne diversos procesos creativos que hoy son posibles gracias a la tecnología moderna de las cámaras. Lo especial de esta técnica es la gran variedad de temas y resultados que ofrece, creando una mezcla rica y única de posibilidades para quienes fotografían. Es un tipo de imagen que, por su estructura, luce especialmente bien impresa sobre lienzo.

Lo que a primera vista puede parecer una “foto movida” es, en realidad, una forma artística técnicamente precisa, creativa y expresiva, pero no carente de estructura o intención.

Fundamentos del desenfoque por movimiento controlado

A diferencia de los géneros clásicos como el retrato, el paisaje o la fotografía de animales, ICM no define qué se fotografía – ni siquiera cómo. Lo único que todas las imágenes ICM tienen en común es que se toman durante un movimiento. No hay límites en cuanto a dirección ni en cuanto al tipo de desplazamiento. Lo importante es elegir un tiempo de exposición adecuado tanto al movimiento del sujeto como al de la cámara, y asegurarse de que el seguimiento de enfoque esté desactivado.

Desplazamiento en los ejes x e y

La técnica más adecuada para principiantes consiste en mover la cámara siguiendo uno de los ejes. Para ello, elige un motivo y desplaza la cámara en la misma dirección en la que se mueve el sujeto.

Ejemplo 1: Árboles

Los árboles son perfectos para familiarizarse con esta técnica. Ya sea un árbol solitario entre coníferas o un sendero entre grupos de árboles, la dirección es siempre vertical.

• Coloca la cámara en un trípode. También puedes hacerlo a mano, pero el trípode ayuda a mantener líneas rectas.

• Usa un valor ISO bajo para evitar el ruido.

• Selecciona una apertura habitual para ese tipo de motivo, o utiliza el modo de prioridad a la apertura.

• El tiempo de exposición dependerá de tu movimiento: cuanto más lento o largo sea el barrido, más larga debe ser la exposición. Para movimientos verticales entre árboles, de 1/4 a 1/15 segundos funciona bien.

El objetivo es comenzar la exposición y mover la cámara de forma lenta y uniforme hacia arriba o hacia abajo, siguiendo el crecimiento de los árboles. El resultado es una composición abstracta con colores intensos. Este tipo de imagen se realza especialmente si se imprime en acrílico ultraHD, ya que acentúa los contrastes.

Ejemplo 2: Velero

Los paisajes lacustres ya ofrecen una gran variedad visual. Reflejos, atardeceres o amplias vistas son solo algunos ejemplos. Los barcos, especialmente los veleros, son sujetos frecuentes y muy atractivos para esta técnica. Dos elementos claves hacen que una foto ICM de un velero sea particularmente interesante:

• Usa un trípode para mantener el horizonte del agua recto.

• Dependiendo del ángulo de la luz solar, puedes jugar con destellos y reflejos o reducirlos con un filtro polarizador.

• Como el motivo suele estar más lejos, elige una apertura pequeña como f/5.6, o trabaja en prioridad a la apertura.

• Realiza un paneo prolongado, por ejemplo, de 1/5 segundos siguiendo el movimiento del barco y un poco más allá, o un paneo más corto, de unos 1/15 segundos en sentido contrario.

Este ejemplo requiere más práctica, ya que el sujeto también se mueve. La distancia al objeto afecta mucho al tiempo de exposición. Una buena manera de practicar el movimiento horizontal es con un atardecer.

Ejemplo 3: Plazas públicas

Para hacer una foto ICM, cualquier lugar, motivo o momento es válido. En esencia, se trata de una exposición larga durante la cual la cámara (o el fotógrafo) se mueve. En espacios públicos con un fondo adecuado, pueden surgir imágenes muy similares a pinturas al óleo.

• Fotografía a mano alzada.

• Ajusta el ISO a la luz ambiente.

• Al igual que en la fotografía callejera, usa una apertura que te dé buena profundidad de campo, como f/5.6.

• Para obtener rostros difuminados pero contornos reconocibles, basta con un tiempo de exposición entre 1/30 y 1/15 segundos.

• Mueve la cámara ligeramente de derecha a izquierda, de arriba abajo o hacia adelante y atrás – siguiendo, por ejemplo, el flujo de una multitud. Mantén el movimiento constante para conservar la nitidez de las formas.

Ya sea en color o en blanco y negro, una escena surrealista con desenfoque de movimiento bien marcado capta inmediatamente la atención. Es una forma muy efectiva de retratar una multitud anónima frente a un edificio conocido, como alternativa artística a una larga exposición estática.

Ejemplo 4: Flores

También se puede lograr desenfoque creativo mediante un movimiento circular. Las flores son un motivo ideal para empezar.

• Colócate frente a la flor y enfoca su centro.

• Ajusta apertura e ISO como lo harías en una foto convencional.

• La velocidad de obturación dependerá de qué tan rápido gires la cámara.

• Comienza la exposición y gira la cámara de forma suave y uniforme en círculo. Cuanto mayor sea el círculo que describas, más grande será la zona borrosa. Si haces una rotación más pequeña, el efecto se asemejará a una doble exposición y recordará a una pintura clásica. El lienzo es el soporte más adecuado por su textura.

Ejemplo 5: Patrones abstractos

Tras experimentar con movimientos horizontales, verticales, rotaciones y disparos a mano o con trípode, queda una dirección más: la diagonal. El mayor reto aquí es elegir el motivo adecuado. Como en el caso de una multitud subiendo una escalera, también puedes captar patrones, juegos de colores o texturas interesantes.

• Usa una apertura que permita suficiente entrada de luz.

• Elige un tiempo de exposición breve acorde al tamaño del sujeto – un mosaico cercano necesita menos que una vidriera de iglesia.

• Inicia la exposición y mueve la cámara en diagonal para convertir el patrón en una obra abstracta.

• Con las ventanas, puedes experimentar también con contraluz. Si los motivos naturales o superficies permiten un efecto prismático, tienes una gran oportunidad para usar ángulos, macro o primeros planos de forma creativa.

Movimiento en el eje z

¿Más movimiento? ¡Por supuesto! Otra variante de ICM es mover la cámara hacia adelante o hacia atrás durante la exposición. Esto funciona bien con motivos que tienen profundidad y permite crear un efecto de túnel. Si te acercas a un arco de piedra, los bordes se desenfocan. Si encuadras dos objetos a diferente distancia, se genera un efecto de absorción visual.

Un accesorio útil es un riel sobre trípode, que permite realizar un movimiento suave y controlado sin vibraciones.

Dado que la técnica ICM no tiene reglas fijas – solo motivos y situaciones que funcionan mejor que otras – eres libre de usar toda tu creatividad y experimentar tanto como quieras. Puedes jugar con la duración de la exposición, la velocidad y la dirección del movimiento. Saber cuándo es el “momento correcto” depende de la práctica, la experiencia y tu intuición.

Mover partes de la cámara: Zoomburst

Un efecto diferente se consigue con el llamado zoomburst. En este caso, la cámara permanece fija y se gira el anillo del zoom durante la exposición. El resultado es similar a un movimiento hacia adelante, pero afecta sobre todo al centro de la imagen y a la luz.

• Coloca la cámara en un trípode.

• Enfoca tu sujeto como quedará al final: por ejemplo, pasa de gran angular a teleobjetivo, o al revés.

• El tiempo de exposición puede ser de 2 segundos o más – hasta 30 segundos en tomas nocturnas.

• Ajusta el diafragma según la velocidad de obturación.

• Enfoca y cambia a enfoque manual para evitar que se reajuste.

• Pulsa el disparador y comienza a girar el anillo del zoom. Si mantienes el giro uniforme hasta el final, el resultado será más abstracto. Si detienes el zoom en el último tercio (o en la mitad si es de noche), el motivo aparecerá más claro.

El efecto es llamativo y el resultado suele ser sorprendente y muy artístico. Temas populares son el skyline iluminado de noche o una vista hacia el cielo entre los árboles.

Conclusión: una imagen borrosa con gran impacto

Para hacer una imagen ICM no necesitas más que una cámara, un objetivo y, tal vez, un trípode. No hacen falta ediciones complejas, accesorios caros ni condiciones especiales. Solo necesitas tiempo y ganas de experimentar. De hecho, escribir una guía puede ser más difícil que simplemente probar. Muchos factores dependen de la estación, la luz y el motivo. No hay una regla fija para el tiempo de exposición o el movimiento ideal. Aparte de tus propias expectativas, no hay normas. Solo tu creatividad, y una técnica que rinde homenaje a los inicios de la fotografía.